
¿Sabías que hoy es el día mundial de la gastronomía sostenible? Pues sí, hoy 18 de junio, muchas personas lo van a dedicar a promover hábitos alimentarios y culinarios más respetuosos con el medio ambiente y con las tradiciones locales. Apúntate estas cuatro cosas que puedes hacer en casa para contribuir a una gastronomía sostenible.
La gastronomía “is in the air”. Decía Brillat-Savarin que la gastronomía es “el conocimiento razonado de todo lo que tiene relación con el hombre en lo que respecta a la alimentación y cuyo fin es velar por la conservación de los hombres, por medio de la mejor nutrición posible”.
Esta definición, extraída de su libro “Fisiología del gusto”, tiene casi 200 años y no puede ser más actual por todo lo que lleva implícito. Hoy quiero centrarme en ese fin gastronómico de “conservación de los hombres” porque no cabe duda de que, para “conservar a los hombres” (y a las mujeres 😉 ) debemos conservar el entorno en el que viven. Y aquí es donde la gastronomía y la sostenibilidad se encuentran para darnos la gastronomía sostenible. Veamos de qué va.
QUÉ ES LA SOSTENIBILIDAD
Si la gastronomía está en el aire, la sostenibilidad está por todos lados. Al menos conceptualmente, pero ¿sabes lo que significa? Este concepto tan abstracto se definió en 1987 por la Comisión Mundial Sobre Medio Ambiente y el Desarrollo, perteneciente a la ONU, como “una actividad de desarrollo económico que cubre las necesidades del presente sin comprometer la habilidad de las generaciones futuras para cubrir sus propias necesidades”.
Es decir, que hacer algo “sostenible”, lo que sea, implica hacerlo sin desperdiciar ni abusar de los recursos disponibles para que las generaciones que vienen puedan seguir haciendo ese “lo que sea”.
La sostenibilidad, según esa misma comisión, se sustenta, de forma equitativa, en tres pilares fundamentales: el medio ambiente, la economía y la equidad social. Así pues, algo es sostenible cuando protege el medio ambiente, promueve el crecimiento y desarrollo económico y promueve la equidad social. Con esta definición, muy pocas cosas de las que disfrutamos hoy en día son sostenibles.
QUÉ ES LA GASTRONOMÍA SOSTENIBLE
Aterricemos esta idea de sostenibilidad con la gastronomía. La gastronomía sostenible es aquella que tiene un impacto positivo sobre el entorno (o lo menos negativo posible en comparación con otro tipo de gastronomía, según se mire), promueve el crecimiento y desarrollo económico donde tiene lugar y promueve la equidad social de quien la practica.
Una gastronomía que abusa de la tierra, del productor, de los animales, de los temporeros y trabajadores o de los recursos naturales, no es una gastronomía sostenible. Una gastronomía que tira comida a la basura no es sostenible. Una gastronomía que se fundamenta en alimentos traídos de la otra parte del mundo o ultraprocesados no es sostenible.
De nuevo, con esta definición, poco de lo que cocinamos y comemos es sostenible. ¿En qué condiciones han trabajado las personas que han recogido esas cerezas que son de temporada? ¿Cuánto se lleva el productor y cuánto el distribuidor de una cosecha? ¿Cuánta comida se te pone mala porque no te has organizado bien y terminas tirando a la basura? Te invito a que reflexiones acerca de tus hábitos alimentarios y culinarios y reconozcas, con sinceridad, si contribuyen a un mundo más sostenible.

4 COSAS QUE PUEDES HACER PARA CONTRIBUIR CON UNA GASTRONOMÍA SOSTENIBLE DESDE CASA
Seguir una vida 100% sostenible es, a mi parecer, imposible hoy en día. Pero eso no significa que no podamos ir adquiriendo pequeños hábitos que contribuyan a que las generaciones futuras puedan disfrutar de los mismos recursos que disfrutamos nosotros para poder vivir.
Hay muchas pequeñas cosas que podemos hacer para contribuir a una gastronomía sostenible y dejar el mundo un poco mejor, así que te voy a dar cuatro ideas para comenzar a practicar una gastronomía sostenible, que por algún sitio tendremos que empezar.
- Comprar local y de temporada. De esta manera estás apoyando el desarrollo económico de tu zona, generas riqueza y permites que el sistema local se mantenga. Muchas personas piensan que el principal beneficio de comprar local y de temporada es que se reduce drásticamente la contaminación, y eso no tiene por qué ser verdad. De hecho, según los datos, de todos los gases de efecto invernadero que emite el sistema alimentario global, el transporte de alimentos tan solo contribuye en un 6%, frente al 31% de la ganadería y la pesca. Así que, en estos términos, es mejor que dejes de comer carne y los sustituyas por un plato de legumbres, aunque vengan del otro lado del mundo.
- Cocinar más vegetales. Desde el punto de vista de impacto medioambiental, de bienestar animal y de salud, cocinar y comer más vegetales es la mejor forma de contribuir a una gastronomía sostenible. El movimiento “plant-based diet”, “alimentación basada en plantas” o “alimentación basada en vegetales” recoge estilos alimentarios en los que predominan los alimentos vegetales, desde la alimentación flexitariana, en la que se consume carne y/o pescado de forma muy ocasional, a la vegetariana estricta, donde se deja de consumir cualquier alimento de origen animal. Todas pueden ser saludables cuando están bien planificadas (al igual que una alimentación omnívora, por supuesto).
- Planificar tus menús. Un menú es un plan, una especie de croquis de lo que se va a comer durante un periodo de tiempo. Tiene que estar bien diseñado para la persona o grupo de personas que lo van a consumir. Por ejemplo, no es lo mismo planificar un menú para una escuela, para un geriátrico o para una familia vegetariana. La ventaja de planificar el menú semanal es que te permite ajustar tu compra y la preparación de alimentos a lo que necesitas, con lo que se reduce de forma considerable la generación de desperdicios de alimentos.
- Reducir los desperdicios alimentarios. Como ya te he comentado, tener un menú y seguirlo es una manera muy efectiva de reducir la basura alimentaria en nuestra casa. Otras cosas que puedes hacer para no tirar comida es prestar atención a las fechas de caducidad de lo que compras y lo que tienes en casa, pedir porciones pequeñas en los restaurantes o llevarte las sobras, congelar o planificar la compra. Aquí te dejo dos artículos que escribí sobre el tema: cómo reducir los desperdicios alimentarios y la documentación que hice sobre mi reto cero desperdicios alimentarios, del cual aprendí muchísimo a optimizar lo que tengo en la cocina.
ANÍMATE A PLANIFICAR MENÚS BASADOS EN VEGETALES
Déjame que insista en la importancia de planificar los menús en casa, pues es otra manera de contribuir a una gastronomía más sostenible. No solo ahorras dinero, tiempo y desperdicias menos alimentos, sino que también ganas tranquilidad y paz mental y comes de forma más saludable.
Para ayudaros a organizar mejor vuestros menús ricos en vegetales puedes y que sean saludables puedes echar un vistazo a las recetas que tengo publicadas aquí. Si quieres profundizar y tomarte en serio esto de reducir el consumo de carne, tienes Planificarte Veggie, una masterclass de 2 horas de duración en la que te enseñaré a aplicar mi método 1+3 a menús flexitarianos y vegetarianos. Puedes saber todos los detalles de esta masterclass pinchando aquí.
Gracias por leer.
