En tiempos de cuarentena y confinamiento, regreso al arroz a la cubana, una de esas recetas básicas, de aquellas que te recuerdan a la infancia y te llevan a un lugar seguro, donde sabes que todo va a estar bien.
Porque el arroz a la cubana es simple, pero delicioso, y es refugio y sustento estos días.
El arroz a la cubana era uno de mis platos favoritos cuando era pequeña (y lo sigue siendo hoy). Me gustaba mucho cómo lo hacía la abuela Lola, con el grano sueltecito, pasado por la sartén con un poco de aceite de oliva, ajo y sal, y coronado con un huevo frito.
Yo no le ponía tomate. La abuela Lola usaba tomate frito de bote y yo prefería que el arroz se untase de la cremosidad y el sabor de la yema de huevo. Para mí, el tomate le quitaba la gracia al plato.
El arroz a la cubana de la abuela Lola
La abuela Lola hervía el arroz en agua abundante, hasta que quedaba en su punto. Lo dejaba escurriendo un buen rato, hasta que había soltado toda el agua de cocción y, entonces, era cuando lo pasaba por la sartén con unos dientes de ajo.
Mi madre, como buena madre, le copió la receta a la abuela Lola, pues no iban a estar sus vástagos sin su arroz a la jiyaya (así lo llamábamos mi hermano y yo), pero aportando su toque especial y picando el ajo en lugar deponiéndolo entero.
Hace unos días, se me antojó arroz a la cubana y, encima, con tomate. De hecho, llevo días cocinando platos que me recuerdan a casa, ya os publicaré alguno más en breve. Me ayuda a llevar la soledad de este distanciamiento social doble, pues tener a la familia y amigos tan lejos multiplica la desazón.
Así que este es un buen momento para recurrir a lo que los anglosajones llaman “comfort food”, esas recetas de la abuela, de la mamma, que reconfortan y tele transportan a momentos de simple felicidad, como aquella mesa llena de niños en la que comíamos arroz a la cubana sin preocuparnos de lo que comeríamos mañana.
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Gracias por leer y cocinar.


Arroz a la cubana
Ingredientes
- 240 gramos arroz blanco
- 3 cucharadas soperas Aceite de oliva
- 2 dientes de ajo picados
- 4 huevos. camperos
- Aceite para freír
Para el tomate frito
- 1 lata de tomate natural triturado
- 1/2 cebolla muy picada
- 1 diente de ajo muy picado
- 4 cucharadas soperas de aceite
Elaboración paso a paso
- Poner una olla grande con agua abundante a hervir. Añadir el arroz y cocinar unos 8-10 minutos a fuego medio-fuerte, o hasta que el grano esté hecho. Es bueno que quede un pelín entero y tenga resistencia al bocado. Escurrir en un colador, pasarle agua fría y dejar que escurra hasta que quede bien seco (entre 30 minutos y 1 hora)
- Mientras tanto, hacer el tomate frito calentando el aceite en una sartén. Añadir la cebolla y sofreír durante 8-10 minutos, a fuego medio, sin que tome mucho color. Incorporar el ajo, sofreír uno o dos minutos y añadir el tomate. Llevar a una ebullición suave y cocinar hasta que haya espesado y cambiado su color, pasando de un rojo vivo a un naranja brillante, entre 20 y 30 minutos. Pasar al vaso de una batidora y triturar hasta obtener una mezcla homogénea. Reservar.
- Calentar en una sartén un par de cucharadas de aceite de oliva y añadir el ajo. Bajar el fuego y sofreír 1-2 minutos, removiendo para que no se queme. Añadir el arroz y una pizca generosa de sal. Saltear unos minutos hasta que el arroz esté caliente. Es posible que tengas que hacer esta parte en tandas, según la cantidad que tengas que hacer.
- En paralelo, calentar una sartén pequeña con aceite suficiente para freír los huevos o hacerlos a la plancha. Hacer los huevos.
- Servir el arroz caliente, con un huevo y una cucharada sopera de tomate frito (si es necesario, calentar el tomate frito en una sartén antes de servir)