
No sé si te habías planteado alguna vez hacer bechamel de coliflor, pero te aseguro que si eres de los que terminan con un engrudo cada vez que intenta hacer bechamel de forma tradicional, probar esta opción sin leche, sin harina y ligerita te convertirá al bechamelismo de coliflor de por vida.
Hacer bechamel tradicional es fácil si sabes cómo
En serio. Creo que hacer bechamel es muy sencillo. Aprendí de mi madre cuando era muy joven, recuerdo que aún iba al instituto, cuando existía aquello del BUP y el COU. Me encantaba ayudarle cuando hacía canelones, removiendo la salsa y viendo cómo iba espesando poco a poca. Y lo de rebañar el cazo con el dedo… mmmm… siempre me pareció una delicia, más que hacerlo con la masa de los bizcochos. Rarezas que tiene una.
La bechamel es lo que en cocina llaman una salsa madre caliente, es decir, una salsa básica a partir de la cual se crean muchas otras, y que, obviamente, se sirve caliente. No tengo receta de bechamel porque siempre la he hecho a ojo, pero déjame que te explique unos truquis que te ayudarán cuando la hagas en casa si no tienes mucha práctica.
Trucos para hacer bechamel en casa
- Jugar con las proporciones de roux y leche: más abajo te explico lo que es el roux, pero te adelanto que es la mezcla de mantequilla y harina que se hace previamente. Es lo que va a espesar la salsa con lo que aquí las proporciones son cruciales. Pásate con la leche y tendrás una bechamel muy líquida. Y al revés, pon demasiado roux (o poca leche) y tendrás una bechamel muy espesa. Prestar atención a la consistencia cuando se hace bechamel es fundamental para que te quede con el espesor que buscas.
- Añadir la leche caliente (pero no demasiado): así es más difícil que te haga grumos. Añade un poquito de leche al roux, remueve bien y deja que espese. Vuelve a añadir otro chorro de leche, remueve y que vuelva a espesar. Yo prefiero ir poco a poco porque así controlo mejor el espesor de la salsa.
- Remover con unas varillas la mezcla: utiliza unas varillas manuales para ir removiendo la salsa e integrando todos los ingredientes. Y hazlo a fuego medio-bajo para que no se te queme y de forma más o menos constante.
- Cuando tengas la consistencia deseada, salpimenta y añade las especias que quieras para darle sabor. Normalmente la nuez moscada es la más utilizada, pero según la receta que prepares puedes probar con otras diferentes.
Si quieres iniciarte con una receta con cantidades concretas y muy bien explicada, te recomiendo esta salsa bechamel de Alfonso de la web Recetas de Rechupete. Pruébala y verás qué rica.
Cómo hacer roux blanco para bechamel
Como comentaba arriba, el roux es una parte fundamental de la bechamel ya que es lo que va a actuar como espesante. Se trata de una mezcla de mantequilla fundida y harina a pesos iguales.
Así, lo que se hace es calentar la mantequilla en la sartén y añadir el mismo peso de harina. Posteriormente se liga todo con la ayuda de las varillas (o una espátula de madera, en su defecto) para que forme un masa muy espesa, que es lo que se le llama roux.
Una vez tenemos el roux, hay que cocerlo unos minutos para eliminar el sabor a harina y que aumente su poder espesante. A medida que cocinemos el roux, éste irá cambiando de color. Así, el roux blanco lo cocinamos unos 10 minutos a fuego lento y removiendo para que no se oscurezca. Si lo dejamos más tiempo la harina irá cambiando de color y adquirirá también un sabor más tostado, dando lugar a un roux rubio o moreno.
El roux no sólo se usa para hacer bechamel, sino que sirve para espesar muchas otras salsas. Como aguanta bastante en la nevera envuelto en film transparente, siempre puedes preparar un poco de sobra, dejar que se enfríe y guardarlo en la nevera para espesar cualquier salsa en un momento.
Sobre la bechamel de coliflor y ajos asados
Vale, ahora ya sabes cómo hacer una bechamel clásica, pero resulta que eres celíaco o intolerante al gluten, o a la lactosa, o eres vegetariano estricto, o simplemente quieres probar cosas diferentes y que están igual de ricas, es cuando te explico el rollo este de la bechamel de coliflor.
Es una alternativa que hacía tiempo que había visto en cuentas y blogs de cocina vegetariana. Todos la ponían por las nubes, como algo realmente delicioso y muy fácil de hacer. Además, es bastante más ligera que la bechamel clásica y si la haces espesita, te puede servir como una salsa para dipear en aperitivos.
Tras varias pruebas, esta receta de bechamel de coliflor es la que más me ha gustado. La he aromatizado con ajos asados y enriquecido con unos anacardos crudos para que quede más cremosa. Obviamente puedes eliminar esos dos ingredientes si quieres una bechamel vegana simple.
A mí me dejó alucinada la textura cremosa, su sabor (para nada a coliflor y los ajos asados se notan muy suaves), lo versátil que es (ya os publicaré alguna receta con ella) y lo bien que congela.
¿Has probado alguna vez este tipo de bechamel? ¿Te animas con esta receta? Cuéntame en los comentarios o por redes sociales tu experiencia, ya sabes que me encantará conocerla!
Gracias por leer y cocinar,

Esta bechamel sin lácteos, ni harina ni mantequilla te sorprenderá por su textura y sabor. Que no te asuste la extensión de la receta, que es muy, muy fácil! No dejes de probarla!
Notes
La levadura nutricional la puedes encontrar en herboristerías y tiendas de dietética o productos saludables. Tiene un sabor que recuerda al queso, con lo que aporta un un sabor lácteo a la bechamel.
Si se te olvida guardar algo de caldo (como me ha pasado alguna vez), puedes utilizar agua.
- Media coliflor grande limpia, cortada en flores del mismo tamaño aproximadamente
- 100 g de anacardos crudos preferiblemente en remojo unas 4 horas
- 100 ml de caldo sirve el de hervir la coliflor
- Una cabeza de ajos
- Aceite de oliva virgen extra.
- Sal
- Levadura nutricional opcional
- Precalentar el horno a 200ºC y preparar todos los ingredientes antes de ponerse a cocinar.
- Con un cuchillo muy afilado, cortar la base de la cabeza de ajos, de forma que se vean un poco los dientes de ajo.
- Coger un trozo grande de papel de aluminio y poner la cabeza de ajo boca abajo, con la base que acabas de cortar hace arriba. Añadirle una cucharada sopera de aceite de oliva, darle la vuelta y hacer un papillote. Para ello hay que envolver la cabeza de ajos en un paquete bien cerrado para que no se escape el calor, cerrando bien todos los lados del papel de aluminio.
- Hornear a 200ºC unos 25 minutos. Cuando pase el tiempo, sacar el paquete y dejar que se enfríe un poco antes de abrirlo.
- Mientras se hornea el ajo, poner a calentar una olla con agua hasta la mitad, tapada, a fuego medio-alto
- Cuando el agua empiece a hervir, poner la coliflor, tapar y bajar un poco el fuego para que no hierva tan fuerte. No te preocupes si hay más coliflor que agua, el vapor que se genere dentro de la olla cocinará el resto de la coliflor.
- Dejar que hierva unos 10 minutos, o hasta que la coliflor esté tierna. Apagar el fuego, tomar 100ml de caldo y dejarlo a parte.
- Colar la coliflor y dejar que se enfríe.
- Coger la cabeza de ajos asada y sacar los dientes de ajo, que tendrán un aspecto dorado y cremoso.
- En una batidora de vaso potente, poner la coliflor, los anacardos, el caldo y la mitad de los ajos asados y una cucharada sopera de levadura nutricional. Triturar un minuto.
- Comprobar la textura y volver a triturar añadiendo una cucharada sopera de aceite de oliva. Seguir triturando hasta que se obtenga una consistencia más o menos cremosa.
- Probar y rectificar de sal o ajo.
- Guardar en un recipiente hermético en la nevera hasta una semana, o congelar hasta 3 meses.
Etiqueta:ajo, bechamel, bechamel vegana, coliflor, salsas
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6 Comentarios
Raquel, para la bechamel tradicional se puede hacer con maicena en lugar de harina, queda más suave y es apta para celíacos.
Hola Elena, gracias por el comentario! efectivamente, la receta de bechamel puede adaptarse a intolerancias y alergias, como bien comentas sustituyendo la la harina de trigo por maicena, la leche por bebida vegetal e incluso la mantequilla por aceite de oliva. Un abrazo!
Raquel… Qué buenas ideas para poner en práctica esta Semana Santa.
Ya te contaré.
Gracias por animarme los menús.
¡Besos!
Que buena pinta!
Y la pregunta del millón… Esta béchamel sirve para hacer croquetas???
Gracias!! Buena pregunta a la que no tengo respuesta, Laura, porque no lo he probado! 🙂 Pero si te atreves, cuéntanos qué tal quedan 😀 Un saludo y gracias por pasarte por aquí! Raquel