
¿Conoces la chirivía? Seguro que te suena como ingrediente para caldos, pero de ahí no sales, ¿verdad? Hoy te invito a que pruebes esta receta de chips de chirivía, que nada tiene que envidiarle a los de patata. No en vano, fue la “patata” de Europa antes de que este tubérculo llegara a este lado del mundo tras la llegada de Colón a América.
Qué es la chirivía y por qué me encanta
La chirivía es una raíz de invierno emparentada con la zanahoria que reinó durante siglos en Europa y luego cayó en el olvido. Es como esa chica popular del instituto de película de sábado tarde a la que todo el mundo adora, pero que terminan olvidando porque llegó “la nueva” con su gracia y carisma, cautivando a todos por igual.
En esta historia de peli y manta, la chica popular es la chirivía y la nueva la patata. Resulta que antes de que Cristobal Colón llegase a lo que hoy conocemos como América, la chirivía fue el sustento de los europeos desde los tiempos de los romanos. En la Edad Media formaba parte de los productos básicos de la población campesina y, a partir del siglo XV, pasó a formar parte de los menús de las élites francesas y, posteriormente, de otros países europeos al considerarse, junto a la zanahoria, como una raíz delicada.
Pero en los siglos XVII y XVIII la patata cobra protagonismo, primero en las clases bajas, hasta convertirse en un alimento básico y ubicuo en todo el mundo y relegando a la chirivía a un rincón.

Una raíz que llega con el frío y la lluvia
La chirivía recuerda a la zanahoria, pero tiene un color muy pálido, casi blanco y un sabor más dulce. Aquí en Países Bajos (Mordor para los amigos) es muy fácil encontrar chirivías en los mercados y supermercados durante el invierno.
Es una raíz tremendamente versátil en la cocina, pues puede prepararse en cremas combinadas con otros vegetales o frutas, añadirlas a estofados y caldos para aportar sabor o al horno con otros vegetales de temporada, como boniatos, coles de Bruselas o patatas.
Si quieres probar la chirivía en otra receta, aquí te dejo una crema de chirivía y manzana, una de las primeras recetas que publiqué en el blog, como puedes juzgar por la foto 😉 Y si tienes curiosidad por conocer más alimentos de otoño e invierno, te invito a escuchar estos dos episodios de mi podcast en los que te doy pistas de qué alimentos puedes encontrar en estas dos estaciones y qué hacer con ellos (y sí, la chirivía también está presente)
Episodio 02 – Alimentos de temporada de otoño.
Episodio 10 – Alimentos de temporada de invierno.
Sobre la receta de chips de chirivía con tomillo y sal marina
Tenía ganas de probar a hacer chips con chirivía, pues al tener menos agua que la patata, tenía la impresión de que serían mucho más fáciles de hacer. Pues no me equivocaba.
El problema de hacer chips de verdura en casa es que al no controlar la temperatura de forma estricta ni el grosor de las chips, es fácil que se nos quemen o que nos queden blandas. Además, hay un tercer factor, que es la cantidad de agua del alimento. Y el caso es que, para que nos queden crujientes, lo que hacemos al freír es deshidratar el alimento (aunque no te lo parezca) y cuánto más agua contenga el alimento, más nos costará “secarlo” y que quede crujiente.
Por eso, la clave para que nos queden unas chips doradas y crujientes es controlar estos tres factores: temperatura, grosor de las chips y la cantidad de agua del alimento. Para ayudarnos a que las chips de chirivía queden bien crujientes, además de cortarlas lo más finas posible (aquí una mandolina será de gran ayuda) las meto posteriormente en el microondas durante dos minutos aproximadamente para pre-cocinarlas y que pierdan algo de agua. Según cómo hayan quedado tras los dos minutos, las pongo dos minutos más. Para más detalles, sigue la receta que te propongo a continuación.

Como puedes juzgar por la imagen, el aspecto de estas chips de chirivía es absolutamente tentador. Yo soy de las que se puede comer una bolsa de patatas fritas de una sentada sin inmutarse (pero no me des dulce, que con dos bocados me saturo) así que preparar estas chips como aperitivo me parece una alternativa deliciosa y mucho más saludable que cualquier bolsa de snacks de vegetales.
Anímate a probarla y me cuentas qué te parece.
Gracias por leer y cocinar.

Chips de chirivía con tomillo y sal marina
Ingredientes
- 4 chirivías
- 100 ml Aceite de oliva (o suficiente aceite para freír)
- Sal marina al gusto
- 2-3 ramitas de tomillo
Elaboración paso a paso
- Pelar las chirivías con un pelador y cortarlas en rodajas muy finas con una mandolina o un cuchillo afilado. Cuando llegues a la parte más estrecha de la chirivía, córtala la lo largo, pues si haces rodajas muy pequeñas se te quemarán rápidamente.
- Pon las chirivías en un recipiente apto para microondas y cocínalas 2 minutos a máxima potencia. Sácalas, remueve un poco y repite 2 minutos más.
- Calentar el aceite de oliva en una sartén o cazo pequeño. Mientras tanto, secar el exceso de agua que puedan tener las chirivías recién salidas del microondas con papel de cocina.
- Ir friendo las chips de chirivía hasta que estén doradas y crujientes. Procurar no sobrecargar el recipiente que uses para freír las chips. Retirarlas a un plato con papel de cocina absorbente.
- Poner las chips de chirivía en un bol y condimentar con sal marina y hojas de tomillo al gusto.