
Hace unas semanas se publicó un nuevo estudio en el que se ha observado que las dietas basadas en plantas reducen el riesgo de accidente cerebrovascular. Esto tiene implicaciones importantes porque muchos médicos todavía subestiman el poder del estilo de vida sobre el riesgo de ictus.
Las dietas basadas en plantas pueden reducir le riesgo de accidente cerebrovascular en un 10%
Esta es la conclusión a la que han llegado los responsables de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard. Quizás pienses que no es nada nuevo, pues ya sabíamos que las dietas basadas en plantas son buenas para la salud, pero este estudio trae algunas novedades.
El detalle está en la palabra “saludable”. Lo que han hecho ha sido comparar dietas saludables basadas en plantas con dietas no saludables basadas en plantas. Existe la creencia generalizada de que una dieta vegetariana, per se, es saludable, y no tiene por qué. De hecho, el auge del vegetarianismo y del veganismo está haciendo que florezcan como setas alimentos ultraprocesados para estos colectivos.
Tú puedes basar tu alimentación en arroz blanco, pasta, patata, harinas refinadas y ultraprocesados veganos o puedes basarla en verduras y hortalizas, frutas, legumbres, granos integrales, frutos secos e incluir pequeñas cantidades de proteína animal saludable (y preferentemente de ganadería extensiva). Aquí somos más partidarios de la segunda opción, ya sabes.
Otra novedad que trae el estudio es que no había, hasta la fecha, demasiados estudios bien planteados que valorasen el efecto de este tipo de alimentación en el riesgo de accidente cerebrovascular. En este caso, se ha investigado la alimentación de casi 210.000 personas y cómo a lo largo de 25 años ha influido en su salud. El resultado ya lo sabes.
Qué es un accidente cerebrovascular y sus consecuencias
El accidente cerebrovascular también se conoce como ictus, apoplejía o, simplemente, por su acrónimo ACV. Ocurre cuando el flujo de sangre se detiene en una parte del cerebro, pudiendo tener consecuencias muy graves, pues si la sangre se para, aunque sea unos segundos, las células cerebrales dejan de recibir oxígeno y nutrientes, se mueren y causa un daño que puede ser permanente, con consecuencias más o menos graves.
Existen dos tipos de accidente cerebrovascular, el isquémico y el hemorrágico. El primero, y más frecuente, es el que ocurre cuando un vaso sanguíneo se bloquea por culpa de un coágulo de sangre. El segundo, ocurre cuando el vaso se rompe, provocando que la sangre salga hacia el cerebro.
Las dietas basadas en plantas reducen un 10% el riesgo de accidente cerebrovascular total, es decir, el de ambos. Sin embargo, cuando se mira el tipo de ictus, las dietas basadas en vegetales reducen en un 8% el riesgo de accidente cerebrovascular isquémico, el que ocurre más a menudo. Así pues, tenemos en la alimentación un arma poderosa para reducir el riesgo de este grave problema.
La dieta occidentalizada no nos protege del accidente cerebrovascular isquémico
Que las dietas basadas en plantas protejan más frente al accidente cerebrovascular isquémico que frente al hemorrágico puede tener su explicación en la composición de nutrientes y fitoquímicos de este tipo de dietas, pues son más ricas en grasas saludables, fibra y fitonutrientes que ayudan a mantener la salud de los vasos sanguíneos.
Los resultados de este estudio van en línea con otros trabajos similares, de los que hablo en mi libro Lunes Sin Carne (Vergara, 2021), donde se comparan dietas basadas en vegetales saludables y no saludables y sus efectos sobre la salud. Te copio, a continuación, un fragmento del libro que me parece interesante y viene muy bien para lo que estamos hablando aquí:
Las dietas saludables basadas en plantas tienen un mayor contenido de fibra alimentaria, antioxidantes, grasas insaturadas y micronutrientes, junto con un contenido menor de grasas saturadas y hierro hemo (el hierro hemo es el que aparece en los alimentos de origen animal y cuya ingesta elevada se ha asociado a un riesgo aumentado de cáncer de colon, páncreas y pulmón, además de diabetes tipo 2 y enfermedad coronaria).
Por otro lado, las dietas poco saludables basadas en plantas muestran mayores índices y cargas glucémicos, así como mayor cantidad de azúcar añadido. Además, cuentan con niveles muy bajos de fibra dietética, de grasas insaturadas, de micronutrientes y de antioxidantes. Todo esto, sabemos, puede llevar a un mayor riesgo de enfermedad coronaria. Así pues, no es suficiente con dejar de comer (o comer menos) carne y pescado, sino que tenemos que escoger sabiamente los alimentos con los que vamos a reemplazarlos.
Lunes sin Carne. Consejos y recetas para cuidar de tu alimentación y del planeta (Vergara, 2021)
Qué comer en una dieta basada en plantas para reducir el riesgo de accidente cerebrovascular
Los autores del estudio dejan claro lo que es, para ellos, una dieta saludable basada en plantas: aquellas que contienen grandes cantidades de frutas y verduras, legumbres, granos integrales, semillas, frutos secos, grasas saludables y pequeñas cantidades de carne.
En cuanto a las dietas vegetarianas y veganas, la conclusión es que no reducen el riesgo de infarto cerebral, cuando se comparan con la dieta saludable basada en plantas. Lo cierto es que el número de vegetarianos y veganos del estudio era pequeño y eso suele ser un factor limitante a la hora de obtener resultados que reflejen la realidad así que serán necesarios más estudios para hacer esta valoración.
Este resultado puede llamar la atención porque nos gusta mucho eso del “¿qué es mejor?”, pero creo que no es cuestión de llegar al punto de si la alimentación vegetariana bien planteada es mejor en términos de salud que una basada en plantas, también bien planteada. Esto no es una competición, sino que estamos todos juntos en esto para ayudar a mejorar la salud de las personas, el medio ambiente y el bienestar de los animales. Ya escribí sobre esto hace varios años en este post.
Gracias por leer.
