
Aunque me consta que el calor sigue apretando por el sur de Europa, en Tulipandia llevamos ya varios días en los que la famosa ola de calor veraniega nos ha dado tregua. Pese a las nubes y temperaturas moderadas, todavía apetecen bebidas fresquitas y esta infusión fría de roobios y nectarina lleva siendo un habitual en casa todo el verano. Así que he pensado que no estaría mal compartirla por aquí.
¿Qué es el Rooibos?
Hay muchas personas que se refieren a la infusión de rooibos como “té de rooibos” o “té rojo (de rooibos)” lo cual genera mucha confusión entre los que somos aficionados a las infusiones. Os explicaré por qué.
Empecemos aclarando que lo que es una infusión. Las infusiones se obtienen sumergiendo algún componente vegetal en agua hirviendo o muy caliente. Comúnmente se utilizan hojas, pero también se puede infusionar flores, frutos o cortezas de algunas plantas. Así, llamamos infusión al líquido que obtenemos con ese proceso. Ya os adelanto que, en la infusión fría que os comparto hoy, utilizo las hojas de rooibos y una rama de canela.
El rooibos es una planta de origen sudafricano cuyo nombre significa “arbusto rojo”. Con sus hojas se preparan infusiones a las que comúnmente se les llama té rooibos o té rojo. Esto genera algo de confusión entre los usuarios (entre los que me incluyo), quienes muchas veces piden té rojo y les ofrecen una infusión de rooibos en lugar del té rojo pu-erh.
El té es una infusión de las hojas y brotes de Camellia sinensis, es decir, de la planta del té. El mundo del té es muy complejo, con diferentes variedades en función del tratamiento fermentativo que reciben las hojas, así como el tipo de hoja seleccionada para hacer el té. No voy a entrar a explicar los diferentes tipos de té, pero si quiero aclarar que el té rojo, el verdadero té rojo, es el que se conoce como pu-erh. Se elabora fermentando las hojas del té durante años (algunas variedades pueden superar los 40 años) en barricas de bambú, por eso toman ese color rojizo y supongo que de ahí la confusión. Como podréis imaginar, ya no sólo por tratarse de plantas diferentes, sino por todo el proceso fermentativo y las consecuencias que tiene en su composición, el té rojo no tiene nada que ver con el rooibos.
Sobre la infusión fría de rooibos y nectarina
Bien, dejemos de lado el té rojo y centrémonos en la infusión que hoy nos ocupa. Se trata de una bebida que suelo pedir a menudo en uno de mis locales favoritos para desayunar y comer en Rotterdam. Se trata de Bertman’s y sirven este té con rodajas de naranja en lugar de nectarina y algo de miel.
Ya que estamos en verano y las naranjas no están de temporada, me pareció acertado tomar una de las frutas que están más presentes en los mercados estos meses. Se me ocurre que con melocotón o paraguayos debe de estar también riquísima y, si la vas a consumir al momento, triturar una pieza de fruta para darle un toque natural de dulzor debe ser una gran idea.
Mi versión de esta infusión fría de rooibos va sin endulzar, puesto que considero que no le hace falta, pero si lo prefieres puedes probar con la fruta triturada o ponerle media cucharadita de postre de miel o sirope de ágave si te apetece.
Como siempre, os agradeceré que probéis y me contéis qué os parece la receta. Yo estaré aquí, al otro lado de la pantalla para leeros.
Gracias por leer y cocinar

Aprovecha los días de calor para refrescarte con esta infusión fría de rooibos y nectarina. Es muy fácil de hacer y una alternativa sin alcohol deliciosa para cuando se tiene invitados en verano.

Infusión fría de rooibos y nectarina
Ingredientes
- 1 Litro Agua
- 4 Bolsitas rooibos
- 1 nectarina cortada en rodajas
- el zumo de un limón
- 1 manojo de hojas de menta
- 1 rama de canela
- Hielo
Elaboración paso a paso
- Poner el agua a hervir en un cazo con tapa. Cuando el agua haya llegado a punto de ebullición, apagar el fuego y poner las bolsitas de rooibos y la rama de canela. Dejar infusionar unos 5 minutos.
- Colar la infusión por si se ha desprendido algún resto de la rama de canela y dejar enfriar dentro de una jarra.
- Cuando hay enfriado, añadir el zumo de limón, las rodajas de nectarina y la menta y meter en la nevera o añadirle hielo abundante si se va a consumir de inmediato.
- Servir con más hielo, unas rodajas de nectarina y unas ramitas de menta fresca
Notas
Etiqueta:infusiones, necatarina, rooibos, té rojo