
¿Alguna vez has oído hablar del apionabo? Al margen de los chistes que se te puedan ocurrir con esta palabreja, has de saber que el mundo de las raíces y tubérculos es vasto y extenso, y que hay vida más allá de la patata, las zanahorias y los rabanitos. En Holanda, las raíces de invierno están a la orden del día y, además de las citadas, es fácil encontrar en los mercados salsifí, apionabo, nabo morado, zanahorias moradas y amarillas, chirivías, tupinambo y una variedad infinita de patatas que son puro amor.
El apionabo, ese gran desconocio (en España)
La primera vez que usé apionabo en la cocina fue gracias a esos packs-receta que vende uno de los supermercados locales, los cuales traen todos los ingredientes frescos para preparar un plato. Fue un día que tenía ganas de hacer la típica ewrtensoep o sopa de guisantes holandesa, así que compré uno de esos packs y allí estaba. Un trozo de algo parecido a una raíz gorda, rugosa y fea cuya superficie bien podría servir para dibujar la cara de la bruja de Blancanieves. Sólo el tiempo, los paseos por el mercado y el traductor de Google me enseñaron que aquello era apionabo, una raíz muy habitual en la cocina local.
Se trata de una raíz nudosa, de color marrón claro y pulpa blanca, un tanto fibrosa. Se cultiva principalmente por su raíz, a diferencia del apio verde cultivado por sus tallos. Es muy habitual en Europa occidental, aunque en España jamás lo he visto ni oído hablar de él. Si alguien tiene experiencia con esta raíz, que no se corte lo deje en los comentarios.
Hay una receta francesa llamada céleri remoulade, muy típica de los bistrós franceses, que se basa en apionabo rallado y mayonesa. Esta raíz también se usa en caldos, sopas y cocidos por el agradable sabor que deja, puesto que pese a tener un marcado sabor a apio, éste es más dulce y perfumado.

Sobre la receta de lentejas con apionabo, menta y avellanas
Ésta es una receta sacada de Plenty (El Vegetariano Gourmet, en español) de Yotam Ottolenghi, un maravilloso cocinero con una mano mágica para las recetas vegetales. A Ottolenghi le descubrí en una librería inglesa en el centro de París (paradojas de la vida) cuando vi su libro Jerusalen en la estantería. Nada más ojearlo supe que se vendría conmigo a casa y le tengo en el pedestal de cocineros guays.
Volviendo a la receta que nos ocupa en este post, estaba yo con mi desayuno de fin de semana y ojeando Plenty cuando me di de morros con la receta y los ojos (y el paladar) me hicieron chiribitas. Como tenía todos ingredientes en casa, menos el apionabo, y todavía no me había atrevido a enfrentarme cara a cara con esta raíz, me decidí a probar. Y qué bien que me animé! Es una receta súper fácil que se puede tomar también en frío, así que es muy buena idea para un táper de oficina.
Que no te tire para atrás la presencia de apionabo en la receta. Si no encuentras esta raíz en tu mercado, siempre puedes sustituirla por zanahorias, chirivías, nabos, boniato, calabaza o patata. Y sed generosos con la menta, las avellanas y el resto de condimentos. El contraste dulce de la raíz con la acidez del vinagre y el sabor tostado de las avellanas es lo que hace este plato maravilloso.
No os perdáis esta forma de comer lentejas, porque merece la pena incluirla en el repertorio culinario de casa. Contadme qué os parece si la probáis, sea con apionabo o sin él.
Gracias por leer,


Lentejas con apionabo, menta y avellanas - Lentils, celeriac, mint and hazelnuts
Ingredientes
- 200 g de lenteja pardina o Puy
- 1 apionabo pequeño pelado y cortado en bastones de medio dedo de grosor
- 60 g de avellanas tostadas
- 2 hojas de laurel
- 2-3 ramas de tomillo fresco
- 1-3 cucharadas soperas de aceite de avellana opcional
- 4 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra
- 3 cucharadas soperas de vinagre de Jerez
- 4 cucharadas soperas de menta fresca picada
- 700 ml de agua
- Sal y pimienta al gusto.
Elaboración paso a paso
- En una olla mediana, poner el agua, las lentejas, el laurel y el tomillo. Llevar a ebullición y cocer a fuego lento durante 15-20 minutos. Colar, descartar el tomillo y laurel, y reservar caliente.
- Mientras tanto, llenar otra olla de agua, salarla y llevarla a ebullición. Hervir el apionabo durante 10-12 minutos. Colar y reservar.
- En un bol, mezclar las lentejas tibias, con el apionabo, las avellanas, el aceite de oliva, el de avellana (si lo usas), el vinagre, la menta, un poco de sal y pimienta. Mezclar bien y servir de inmediato.
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