
No es que una sea una experta del tofu, no. Hace relativamente poco que lo utilizo y no me animé a hacerlo antes por puro prejuicio. Y es que el tofu tiene esa fama ganada a pulso de que no sabe a nada y es soso, y claro, una nunca sabe cómo prepararlo.
Sin embargo, las hamburguesas de tofu han sido mi puerta de entrada a este derivado de la soja y lo que me ha animado a probarlo de diferente forma. Porque lo bueno del tofu es que absorbe los sabores que es una maravilla, por eso le va tan bien los marinados, las salsas o añadirlo a platos como guisos o sopas.
Sobre el tofu
Como ya os he comentado al inicio, el tofu es un derivado de la soja. Se prepara con una técnica muy similar a la que se usa para hacer queso, la cual consiste en cuajar la bebida de soja con sulfato de calcio a unos 78ºC. De esta manera se obtiene una masa concentrada de proteína y aceite en la que las sales de sulfato de calcio actúan como unión entre ambos componentes.
El tofu es de origen oriental, concretamente chino. Su origen se remonta a unos 2000 años y se convirtió en un alimento cotidiano en todo el país. En las regiones costeras de China y en Japón, el tofu se hace con nigari (no confundir con el nigiri que nos sirven en los restaurantes japoneses, no tiene nada que ver), una mezcla de sales de magnesio y calcio.
Existen diferentes tipos de tofu, que se distinguen por el grado de firmeza. Cuando se ha obtenido el cuajo, es decir, el coágulo de proteínas y aceite, éste se cuela y prensa para eliminar el agua. El tofu firme tiene una textura consistente y carnosa, en contrapartida con el tofu blando o sedoso, el cual parece más unas natillas.
El tofu puede congelarse, pero su textura se ve modificada, quedando con una firmeza extra y consistente. Esto es así porque durante la descongelación, el agua que ha estado retenida en la red de proteínas se escapa quedando una especie de red de proteína que se asemejaría a una esponja. La ventaja de esto es que el tofu descongelado absorbe mucho más los sabores y los líquidos cuando se cocina.

Sobre la receta de tofu marinado
Si bajas hasta la receta, verás que es la receta de las “pizcas”. Cuando en cocina hablamos de “pizcas” equivale a lo que puedes coger entre el dedo índice y el pulgar. Muchas personas utilizan también el dedo corazón, haciendo que su “pizca” sea más grande.
Como he repetido muchas veces, no hay fórmula mágica con esto de sazonar y condimentar los platos. En mis recetas intento ser lo más rigurosa que puedo a la hora de poneros las cantidades de condimentos, pero aquí entra en juego un factor muy importante: el gusto individual de cada uno.
Por eso, sólo con la práctica sabrás cuándo tu “pizca” se queda corta, o se pasa de largo. Y para ello hay que cocinar y probar lo que se cocina, siempre, y en los diferentes pasos de la receta.
De todas maneras, no hay peligro de que en esta receta te pases con las “pizcas” así que puedes ser generoso con ellas. Contrólate un poco más con la sal, que siempre es mejor añadir dos veces para ajustar el sabor que tener que tirar un plato porque nos ha quedado salado.
Esta receta de tofu marinado te puede servir para construir otras muchas más a partir de ella. Desde salteados de pasta o arroz con verduras, ensaladas, o utilizarlo para crear hamburguesas vegetales llenas de sabor.
Yo os lo dejo con un ejemplo de ensalada de arroz rojo, con rúcula, aguacate, tomate, pepino y rabanitos. No os dejo la receta de esta ensalada porque no tiene mucho misterio y está aliñada con aceite de oliva virgen extra. Pero, obviamente, puedes preparar algo similar con lo que tengas en la nevera 😉
Gracias por leer,


Tofu marinado con balsámico y aromáticas - Marinated tofu with balsamic and aromatics
Ingredientes
- Un bloque de tofu firme de unos 375g aproximadamente
- 60 ml de vinagre de Módena
- Una cucharada sopera de tomates secos picados bien escurridos de aceite.
- Una pizca de orégano seco
- Una pizca de tomillo seco
- Una pizca de cebolla en polvo
- Una pizca de ajo en polvo
- Una cucharada de aceite de oliva
- una pizca de sal
Elaboración paso a paso
- Escurrir el tofu todo lo que se pueda. Para ello puedes envolverlo en una estameña y ponerlo en un colador con algún peso encima, como una olla o cazo. También puedes presionar con las manos hasta que se escurra.
- Cortar el tofu a dados de 1 cm por 1 cm más o menos y ponerlo en un bol.
- Añadir el tomate seco, el vinagre, el orégano, tomillo, cebolla y ajo en polvo. Remover bien y reservar. En este momento, se puede dejar en la nevera desde 10 minutos hasta varias horas, según el tiempo del que dispongas.
- Calentar el aceite de oliva en una sartén antiadherente. Cuando se haya calentado el aceite, incorporar el tofu marinado y añadir un poco de sal.
- Cocinar a fuego vivo durante 5-6 minutos, sin remover demasiado.
- Probar y corregir de sal.
- Servir con unas verduras, ensalada, arroz, o pasta.